Migraciones

Cerro Leones y Movediza, son la cuna de la actividad picapedrera en Tandil.

En 1870 comienza la actividad en Cerro Leones impulsada por un grupo de Italianos que instalan una cantera y para ello buscan trabajadores en su país de origen.

Las circunstancias en Italia, y en otros estados europeos hacen que grandes contingentes de población migren a otros países, entre los cuales Argentina constituye uno de los destinos principales. 

La actividad de la piedra recibe a migrantes provenientes de zonas donde había canteras y también, a trabajadores que aprendieron el oficio luego de llegar.

La demanda de adoquines, cordones y otros productos para la obra pública impulsada en Buenos Aires cuando el país llegaba al centenario, incentivó la expansión de la actividad picapedrera en Tandil. Sobre todo, con la inauguración de una línea ferroviaria a la ciudad con ramales a las canteras desde 1893.

Llegaron a Cerro Leones y Movediza en gran número, trabajadores italianos, montenegrinos, españoles y portugueses. Llegaban en familia o, por lo general, cuando lograban instalarse la mandaban a buscar.

Muchas veces, la novia llegaba casada “por poder”, a un lugar que no conocía, dejando a padres y hermanos en su tierra, quizá para siempre.

Varias semanas en un buque, hotel de inmigrantes, un largo camino a Tandil, un lugar en los campamentos, distantes del pueblo. Un pequeño nuevo mundo.

Cartas, poquísimas fotos, como tesoros, a modo de postales, recuerdos transmitidos a sus descendientes…

Catalina Ghezzi recordaba a su madre, montenegrina, hablar de sus padres y su pueblo en las noches, cuando apagaban la vela y cada uno en su cama, en la casilla del campamento de la Movediza, charlaban a oscuras.

Quien fuera patrón de la cantera movediza, Domingo Conti, construyó la Casa de Piedra replicando su casa en Italia

En Cerro Leones, en la década del 30 existió el club de los portugueses y un cine, El Melgancense, es decir, el que viene de Melgaco, Portugal.

Elias Peuscovich, acompañaba a su abuelo montenegrino en largas caminatas para visitar a sus paisanos en varias canteras.

En el trabajo, las luchas, la forma de nombrar, la música compartida, la forma de comer, de construir, el fútbol, cada familia puso su vida en una trama tejida en varios idiomas y una sola identidad, picapedreros de Tandil.

Casillas de madera y chapa, a veces casitas de piedra o de adobe, huertos,   pan amasado, trabajo durísimo, vidas laboriosas. Los que estaban de antes, los que llegaron, haciendo todo desde abajo, casi sin nada. No fue la tierra prometida, pero fue la escuela abierta para niñas y niños iguales.

Pero…, la demanda de adoquines disminuyó. Las tierras donde trabajaban fueron vendidas libres de ocupantes.

El éxodo a Mar del Plata y otros lugares en busca de trabajo, un volver a irse y llegar, pero más cerca y con vínculos mantenidos en el tiempo.

Las canteras a veces trabajaban, a veces no, pero aun cuando hubo actividad el número de personas ocupadas fue cada vez menor. Por eso predominaron las partidas hacia otras actividades, otros barrios, otras ciudades.

En los últimos quince años, el crecimiento de la ciudad, la valorización de la vida tranquila y la naturaleza de los barrios de piedra, los precios de la tierra menores que en otros barrios, han contribuido al rápido crecimiento de su población.

La historia de los barrios Cerro Leones, Movediza y Villa Laza, los hace  crecer sin perder identidad trabajadora y la capacidad  de integración social.

Algunos de los apellidos de picapedreros:  Moares-Duarte-Fernandez- Rodriguez- Álvarez- Lamas- Cattoni – Ligherini- Grillo- Poli- Bujan-Vucomanovich- Calvo- Palimieri – Valim- Pascussi- Nelli- Varela – Soto – Orsati- Maffezzolli- Gregorini-  Antonich- Elusich- Arrizabalaga – Garcia – Verona- Espinoza- Bisogni- Fadon- Marcovich- Ghezzi- Corradi- Marcasó- Neira- Cadona- Solavaigone

 Fuente: Familia Poli

 Fuente: Familia Poli

1er grado – 1934 – Escuelita 16 |  Fuente: Familia Poli