El trabajo desde el siglo XIX a la actualidad
A fines del siglo XIX las condiciones de trabajo para la mayoría de los trabajadores eran precarias y difíciles. Trabajar desde niños hasta el fin de la vida, expuestos a accidentes, enfermedades e inclemencias.
Todas las producciones eran intensivas en trabajo y poco mecanizadas. Muchos de los trabajadores debían vivir en los lugares de trabajo en pésimas condiciones.
En los Barrios de piedra las principales ocupaciones fueron las actividades agropecuarias y la extracción y laboreo artesanal de la piedra. Esta última se realizaba bajo patrón y también en pequeñas explotaciones independientes en las que se combinaba con producción rural de subsistencia. Los hombres como picapedreros, las mujeres y los niños en las múltiples tareas cotidianas, acarrear el agua, lavar la ropa en la laguna, criar animales para consumo, huerta, recolección de materiales combustibles para las cocinas a leña, cazar, cocinar, cocer y cuidar, hacer la casa y cuidarla.
Hasta la gran huelga, los picapedreros bajo patrón trabajaban largas jornadas y cobraban en plecas, la moneda propia de cada cantera, que sólo servía para consumir en la fonda del patrón y pagar el alquiler de la casilla a lo que estaban obligados los solteros, aunque tuvieran su familia en la cantera. Tampoco podían salir del campamento, ni entrar al mismo los vendedores ambulantes. Esta relación llamada economato cambió fruto de las luchas sociales, en las cuales tuvieron un rol muy importante las mujeres. Con la gran huelga de 1909 se logró el pago en dinero corriente, la apertura de las tranqueras de las canteras, la jornada de 8 horas en invierno y 9 en verano, el descanso dominical. Esto significó una gran mejora en las condiciones de trabajo y de vida.
No obstante, los ciclos de actividad poco estables y la precariedad de las condiciones de trabajo y de vida caracterizaban la actividad. Los accidentes eran frecuentes en el trabajo de las canteras y no existía seguridad social.
Cuando cambia la tecnología dominante para realizar caminos y calles, pasando del empedrado al pavimento, la demanda cambia del adoquín a la piedra molida. El trabajo sigue siendo básicamente artesanal con la ayuda de algunas maquinarias.
En la década del 30 y del 40, cuando disminuyó el trabajo en Tandil, gran parte de los trabajadores picapedreros migraron a Mar del Plata. En las décadas siguientes, con el gran impulso a la industrialización argentina, aumentó el empleo en las diferentes industrias, como la metalmecánica en Tandil y la pesquera en Mar del Plata, entre otras.
A fines de la década del 40 se logran mejores condiciones laborales, el aguinaldo, vacaciones y sobre todo, en 1950, las jubilaciones que significaron una gran mejora, evitando que las personas tuvieran que trabajar en su vejez.
En la década del 70 la actividad minera se desarrolla con mayor uso de explosivos y máquinas imprimiendo un ritmo de extracción muy intensivo, con una cantidad de empleos reducida.
También muchos trabajadores rurales se desplazaron a las ciudades en busca de empleo industrial u otros mejor remunerados.
En décadas siguientes, sucesivos momentos de desindustrialización destruyen empleo industrial. Aumenta el trabajo precario y la tercerización de la economía y baja el nivel medio de ingresos.
Actualmente aproximadamente la mitad de los trabajadores se desempeña en la economía popular o en relación de dependencia pero no registrados. Existe una gran heterogeneidad social y laboral-
La productividad se multiplicó, la jornada de trabajo sigue siendo 8hs, y la cantidad de trabajadores para realizar las mismas actividades es ínfima.
En particular, el trabajo en la agricultura industrial y la minería se realizan con muy poca mano de obra.
La actividad de la piedra
Cambios en la actividad de la piedra
Primera Etapa en el trabajo de la piedra
Segunda Etapa en el trabajo de la piedra
Tercera Etapa en el trabajo de la piedra
Cantera Cerro Leones 1988-1990
Fotografías Mónica Sampier